martes, 4 de mayo de 2010

SALIDA DE CAMPO


20 de Julio


En el recorrido por la calle 27, era fácil identificar las prácticas comerciales allí presentes, que iban desde la venta de ropa, asta la venta de artículos religiosos. También era posible identificar los negocios formales e informales, aunque era evidente que los negocios informales eran los más abundantes, y los más transitados.

Entre los negocios informales se identifican diferentes tipos, entre ellos los ambulantes en los cuales se vendían en su mayoría minutos y aromáticas. Los otros establecimientos informales, en su mayoría utilizaban plásticos, soportes de acero, y en algunos casos tablas de madera.

La contaminación visual era evidente, no faltaban los anuncios publicitarios, que pretendían resaltar los artículos con bajos precios. La publicidad no solo era evidente en los negocios informales, había carteles de todo tipo, promocionando apartamentos, bajos precios, consultorios odontológicos, artículos religioso, adivinos, y asta para pedir limosna, ya que la caridad también es un negocio. Otra forma de publicidad muy utilizada era auditiva (como por si no funcionan los letreros), las personas gritaban las ofertas que tenían, los productos que vendían, y en algunos casos ponían música a todo volumen.

Entre los productos que se vendían era común encontrar ropa o juguetes para niños con personajes conocidos de televisión, ampliando su atractivo para este público. Era común ver niños distraídos mirando estos artículos, y pidiendo a sus padres que se los compraran. También era muy utilizada la imagen del divino niño, en cuadros, manillas, camisetas, entre otros, los cuales eran muy apetecidas por los compradores.
Al llegar a la plazoleta se evidenciaba la devoción de las personas que asistían a este lugar, especialmente en las personas que devotas del divino niño, los cuales se concentraban al rededor de la imagen en el santuario. No por esto se deja de lado el comercio, ya que dentro de la misma iglesia se podía ver la venta de imágenes religiosas, comida, y asta de la entrada del baño. También era posible observar la publicidad por medios tecnológicos, con mensajes inculcando el silencio y el respeto.

El mensaje de la iglesia muchas veces es el de la caridad y el de ayudar al prójimo, lo cual, como ya he mencionado antes, es aprovechado para ganar dinero. Alrededor de la iglesia se puede ver la cantidad de personas que utilizan la discapacidad como otro producto a la venta, provocando a veces el desprecio, y otras veces la caridad de los asistentes. En un caso particular pude observar a una persona que repartía comida desinteresadamente a todos los que pedían limosna (personas desplazadas o con alguna discapacidad).

Otro aspecto que observe fue la presencia de la policía, la defensa civil, y la secretaría distrital del medio ambiente. Estas entidades estaban allí con el propósito de de que la seguridad de los asistentes fuera mayor, y con el propósito de infundir algún mensaje.

En cuanto a la educación se podía observar por un lado la educación formal, en la cual era evidente que también se tenía muy en cuenta el aspecto religioso, inculcado por medio de imágenes dentro del Colegio Salesiano Juan Del Rizzo.

La educación no formal también se puede observar en el mensaje que los padres inculcan a sus hijos al llevarlos al santuario, este mensaje es el de creer en Dios, y especialmente en el Divino Niño, y en los milagros que se dice que concede.

Por ultimo la educación informal era común ver a muchos niños que siguiendo el ejemplo de sus padres, aprendían a vender y a promocionar los productos. También estaba el caso de niños que aprendían a pedir limosna al igual que en el caso anterior siguiendo el ejemplo de sus padres (o los que dicen ser sus padres).

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